miércoles, 7 de junio de 2017

Ivantxu espacio bistronómico, Sevilla

El miércoles pasado nos decidimos por visitar Los Remedios. Si bien hay quienes opinan que son pocos los sitios de interés que puedes encontrar en el barrio para nuestro propósito gastrogórdico, es más justo indicar que, de unos años para acá, un nuevo concepto de local ha llegado al barrio. De forma análoga a la historia tabacalera de la ciudad, la última sede de la primera fábrica de tabacos del mundo perduró en Los Remedios desde 1954 hasta su cierre definitivo en 2007, las olas de cambio llegan al barrio, dilatadas en el tiempo, pero terminan por llegar. Ivantxu presenta una decoración agradable, con grandes ventanales y colores vivos que, invocado por el próximo edificio de tabacalera y la compañía del joven vino mientras esperábamos los platos, nos trasladó al ambiente feliz que abre la famosa ópera de Bizec. La acogida del personal, los primeros aromas nos hicieron sentir como el cabo D. José cuando, fuera de escena, puede escuchar los versos de Carmen en su célebre habanera.

«L'amour est un oiseau rebelle, que nul ne peut apprivoiser, et c'est bien en vain qu'on l'appelle, s'il lui convient de refuser.
[...] 

«El amor es un pájaro rebelde, que nadie puede enjaular, y es vano llamarlo, si él prefiere rehusarse.
[...]


El chef Iván Valero te atrae con un carta llamativa en la que mezcla conceptos de nueva cocina bistró y sabores tradicionales. El encontrar en su carta predominio de pintxos, txangurros y potxas puede dar que pensar ante la trayectoria vital del catalán que, como quien dice, estrenó sus ollas en los fogones del gaditano La Marina (Big Gourmant en la famosa guía de neumáticos) en donde aprendió los secretos de la cocina y vinos gaditanos. En este momento del primer acto, la admiración y tensión generada se mantienen. Estamos deseando degustar varios de los manjares que se nos ofrecen tal y como le pasa al cabo. Finalmente nuestra comanda se ordenó como sigue:
Un vistazo previo a las sugerencias.

Y la carta que sólo algunos tuvimos la oportunidad de mirar...
Raviolis de setas con salsa de foié y manzana. A semejanza del dueto operístico con Micaela el plato es bastante bonito y agradable aunque con sabores populares que no lo diferencian de un plato medio de ravioli aunque con demasiado artificio. Un plato agradable con el que empezar la cena aunque no espectacular.
Raviolis de setas con salsa de foié y manzana.
Cochinillo confitado deshuesado con manzana. Al contemplar el tamaño de la ración empiezas a entender lo que está por venir. Sin embargo Valero, como Carmen, da en estos finales de acto el do de pecho. Un plato que ha traído al restaurante de su paso por el catering (Gourmet Cobos Catering) y que conserva el primer impacto en boca que este sector tanto gusta . El cochinillo se reduce a sabores en tu boca casi sin necesidad de masticar. Sabor intenso por el confitado en el que la manzana es todo zalamería. Aunque es difícil seleccionar probablemente el mejor plato de la noche. 
Cochinillo confitado deshuesado con manzana.
Lechazo deshuesado a la mostaza con puré de patatas. Consumada la visita a las murallas de Sevilla ("Près de remparts de Seville") se descubre que las promesas, promesas son. Interesante el sabor del lechazo aunque a nuestro entender el toque de mostaza no acompaña al plato y el puré de patatas se trata de un añadido. Aun así el plato conserva algunas de las aptitudes del chef.
Lechazo deshuesado a la mostaza con puré de patatas.
Croquetas de Txangurro. Comienzo del tercer acto y llegan las croquetas. Si bien ya es conocido que las croquetas nos pirran la mezcla con txangurro resulta fuera de lugar. Un plato del que se puede prescindir. Se masca el desamor entre comensales y chef.
Croquetas de Txangurro.
Secreto ibérico con patatitas y mojo picón. Ni el secreto era un secreto ni el mojo picón picaba. Plato escaso en carne aunque esta fuera de calidad. Te quedas con la sensación de que sirven tapa y cobran ración. Huido D. Jose acaba en la cueva con los contrabandistas.

Fajitas de atún marinado con guacamole. Marinado suave, demasiado suave si gustas de la comida mexicana a la que emula. Pobre tributo a las cocinas de La Marina en donde aprendería a elaborar el plato. Buenas intenciones microcompartidas entre gastrogórdicos.
Fajitas de atún marinado con guacamole.
Aunque llegados a este punto algunos no queríamos postre, ya nos veíamos cuchillada en la plaza, el resto nos convenció con razones sabias: hambre. Siguiendo con nuestra costumbre de compartir ordenamos los siguientes postres: 

Coulán de chocolate con helado de vainilla. Pues eso, Coulán con helado de vainilla. En esta ocasión no tengo ni que consultar con nuestros expertos: descongelar, bola de vainilla y a la factura.
Coulán de chocolate con helado de vainilla.
Sopa de chocolate blanco y yogurt con frutos rojos. Se está poniendo de moda la sopa de chocolate y no dejamos de pedirla. Tal vez buscando sabores que encontramos una noche y que esta semana no aparecieron. Si bien se trata de chocolate blanco hasta a mí me resultó escasamente dulce.
Sopa de chocolate blanco y yogurt con frutos rojos.
Caramelo y praliné con salsa de mango y helado de caramelo. Indudablemente el mejor de los postres. Muy rico y divertido en boca el contraste entre el caramelo y la salsa de mango. Aunque la apuesta de praliné y mango no es novedosa resulta acabado con más que un suficiente. 
Caramelo y praliné con salsa de mango y helado de caramelo.
Y llega el extraño cuarto acto de nuestra opereta. Si bien en el original Carmen se ríe del ya despechado enamorado y éste termina por apuñalarla en la plaza, en Ivantxu se reservaron ambos papeles para sí. Ante nuestro reclamo por el intento de cobrar bebidas de más, aumentaron las risas, por decirlo educadamente, hasta que dejamos vislumbrar nuestro cuchillo reivindicando nuestro papel original de tontos enamoradizos. Ivantxu debería recoger el testigo de esta crítica y mejorar su producto, tanto mezclar bistró y nombres vascos le hacen perder el norte de su cocina gaditana de adopción o bien la catalana de nacimiento. Tan solo un giro en los fogones o el paso del tiempos nos harán volver. Aunque no muriésemos a poco del estreno, como le ocurrió al maestro Bizec, no fue experiencia que deseemos repetir. Así cómo la ópera Carmen resultó un fracaso en su estreno en París, hoy es todo un clásico que a algunos no gusta y quien paga, solo las cervezas justas, es quien opina bajando al chef de sus púlpitos imaginarios.

Ivantxu espacio bistronómico
C/ Virgen de la Victoria, nº5

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