De nuevo miércoles y de vuelta a las calles de nuestra ciudad. Aunque no tuviésemos el blog estas visitas gastrogórdicas las comenzamos ya por cerca de dos años y, como es de imaginar, el arenal era un punto de paso habitual hacia el establecimiento seleccionado para nuestra cena. Recuerdo perfectamente aquellos pasos, me recordaban un cuadro que se puede contemplar en el ayuntamiento de Sevilla: "Vista de Sevilla y del Arenal en 1726".Hace dos años mis pasos no me evocaban el tremendo pasado del barrio sino a esa Sevilla triste, abandonada del mundo, que nos dejó el edicto real que abrió el comercio con las indias a otros puertos españoles, primero Cádiz en 1717 y posteriormente otros muchos más acabando con un monopolio comercial que se mantuvo por casi 250 años. Mis ojos percibían una Sevilla en crisis, trayéndome a la mente retazos del barrio deprimido. Sin embargo al caminar haciaBodeguita Romero, dejando atrás el Auditorio, venía a mi mente otra "Vista de Sevilla", de pintor anónimo, pero correspondiente a la Sevilla que vivió Lope de Vega y que inmortalizó en su obra El arenal de Sevilla poniendo en boca del burlón Alvarado y ante los ojos impresionados del extraño las siguientes palabras:
"Pues aguardad una flota
y veréis toda esta arena
de carros de plata llena,
que imaginarlo alborota."
Los sevillanos , agradecidos, le dimos su nombre al Teatro de la ópera. Que esperásemos por cerca de 500 años para reconocer su estancia en la ciudad es solo parte de nuestra idiosincrasia. Sobre el pasado operístico de nuestra ciudad me permito indicaros un enlace aunque hay varias compañías que lo ofrecen:
Tal era el flujo de gente que inundaba las calles que era fácil visualizar, como superpuestas ambas imágenes, las tabernas del ayer y las de hoy rebosantes de gentes. Gentes propias y extrañas: mulatas, tahúres, buscones y corchetes sustituidos por ingleses despistados, gorrillas espabilados y policía nacional en su ronda habitual. El turismo representa ahora la principal vía de entrada de plata a la ciudad y, como antaño, el arenal, con su aroma taurino y cofrade, es uno de los puntos centrales de este flujo.
La calle Harinas, en donde se emplaza Bodeguita Romero desde 1939, parte hacia el centro desde la antigua puerta del arenal y constituía el paso necesario entre el puerto y el centro amurallado de la ciudad. La misma toma su nombre de los establecimientos harineros que se situaban en la misma cercanos al antiguo peso de la harina localizado también en ella.
Una vez te sientas en Bodeguita Romero percibes que te sientas a la barra de un clásico. Con ambiente entre cofrade y taurino como varios de los locales de la zona. Un ambiente que invita a disfrutar y para lo que nos decidimos, tras la normal espera, por la terraza del local y sus mesas altas. La carta muy de estas tierras y nuestra comanda resultó así configurada:
Vistazo a la carta. |
Berenjenas con miel. Verdura presentada en dados y con consistencia en cada uno de los trozos. En mi opinión escasas de miel ya que la berenjena pedía un mayor remojón y resultaron un poco resecas aunque perfectamente fritas.
Berenjenas con miel. |
Pastel de cabracho. La versión de Bodeguita Romero para el plato más extendido del recetario de Arzak hace honor a tan insigne inventor. El Cabracho, pescado de carne blanca con ligero sabor a marisco debido al papel preponderante de estos en su dieta, presenta un toque dulce que en ocasiones se matiza con cierto picante no así en el plato que nos ocupa. Raúl no sabe cómo evitar el Fugu y por eso tratamos de interesarle en el consumo de un pescado con partes venenosas. En este caso solo las espinas de la cresta así que pudo disfrutar del plato.
Pastel de cabracho. |
Croquetas de jamón. Nos apetecía tasca, y, en esta casa, las croquetas se sirven sin artificio pero con un magnífico sabor. Nada aceitosas y consistentes, lejos de las versiones líquidas de otros restaurantes de la ciudad. Seguro que Iván no echó de menos las papas bravas en esta ocasión.
Croquetas de bacalao. Pescado de calidad y fresco, lo que confiere un rico sabor a las croquetas haciendo una delicia su degustación. Consistentes y bien presentadas, doradas pero no quemadas.
Croquetas de jamón y bacalao. |
Montaditos de pringá. Entremés andaluz allá donde los haya. En opinión de Carlos Herrera la mejor pringá de la ciudad. En la nuestra también. Parece increíble que un plato tan asentado en nuestra gastronomía, con origen en la olla podrida medieval, pueda sorprenderte como el plato de bodeguita Romero. El mejor plato de la noche sin dudarlo.
Montaditos de pringá. |
Tortillitas de camarones. Presumían de ser de la isla y nuestros catadores gaditanos no pusieron peros al plato. Fritas con la cantidad justa de harina entendemos que se merecen estar en cualquier comanda.
Tortillitas de camarones. |
Montadito de chorizo picante. La experiencia del montadito de pringá revolucionó la mesa dejándonos con ganas de más. El chorizo no defrauda, de sabor poco especiado. Para mi gusto demasiado picante llegando a matar sabores que se entreveían muy interesantes.
Una ligera brisa subía desde el arenal. Se nota la ausencia de la tapia que separaba la calle harinas de la antigua mancebía de Sevilla. Tal vez por el origen de los aires, la conversación se caldeó y es que a este grupo gastrogórdico no deja de sorprenderle el conocimiento de María y Merche en el tema de las muñecas. La conversación trajo risas y ganas de pasar a los postres que ordenamos sin dilación.
Piononos. El bizcocho granadino no se encuentra entre mis preferidos normalmente por lo excesivamente dulce de su sabor. Sin embargo los que nos sirvieron en esta ocasión ,aunque pequeños, tenían un muy buen sabor.
Piononos y tartas. |
Naranjas naturales con aceite y canela. Si bien se trata de un plato muy andaluz no creo que merezca la pena incluirlo en la carta. La elaboración de Bodeguita Romero no difiere demasiado de la que puedas preparar en casa. No hay ingredientes ocultos ni sabores inesperados. Probablemente no la hubiésemos incluido en el pedido de no ser por lo corto de la carta de postres.
Naranjas naturales con aceite y canela. |
Tarta de queso y dulce de leche. Un postre artesanal que sin duda fue el mejor de los postres. En el punto justo de dulce, se sirve sin estridencias pero más que correctamente elaborado.
Aunque la cena estaba acabada, la conversación seguía siendo fluida. Ese es el ambiente que se respira en Bodeguita Romero. Ambiente propenso a la relajación, aderezado con sabores puramente andaluces. Si tienes algún amigo que no ha probado nuestra gastronomía o fue secuestrado de nuestra ciudad en la época de crisis seguro que agradecerá lo acompañes al local.
Bodeguita Romero
c/harinas, nº10
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