Miércoles de champions y solo algunos nos reunimos para nuestra jornada gastrogórdica. Unos no vinieron porque se coronaban en Jaén como campeones de una competición de fútbol de reputación por contrastar ( esto lo tienes que explicar Iván) y otros influenciados por la competición europea (primera falta, chico). El resto, los verdaderos campeones, acudimos a la cita con un invitado inesperado: Ferrín.
Ya en el local, decidimos sentarnos en la terraza debido a que el tiempo acompañaba y a que Sal Gorda no dispone de muchas mesas en el interior que nos alojasen a todos los comensales aun en número reducido de la convocatoria. Esta decisión es una que debes tomar con cuidado. Si bien dentro del local no permiten la entrada de visitantes, en el exterior no toman medidas y, nada más poner el pan en la mesa, se montó el circo y aparecieron los de las sevillanas, el de los abanicos pintados a mano y demás ciudadanos que no quieren que la calle pierda su esencia de calle comercial que ha acompañado a la misma desde el Siglo IX.
Tras los primeros gritos de gol que resonaron en la calle ordenamos el menú. Ahí va el listado que elegimos.
Podemos estar tranquilos. Hay papas bravas! |
Patatas bravas. Y Raúl se delató ante la ausencia de Iván. El caso es que, desde que inauguramos el año chino, persiste en dos ideas: casarse con Marga para poder ir a Japón y dos probar las 900 variedades de patatas que hay en el mundo en su versión de bravas. Sin embargo en esta ocasión hemos de reconocer que se trató de un buen plato. Servido al uso, el sabor y consistencia de las patatas era el adecuado. El plato se acompaña de salsa abundante pero que no empapa a la papa.
Patatas bravas. |
Croquetas caseras de jamón ibérico. Excesiva la carga de leche en la bechamel que diluyen el sabor del supuesto jamón ibérico. Bien presentadas y con aspecto dorado su presencia promete mucho más que los sabores que luego proporcionan.
Croquetas caseras de jamón ibérico. |
Alitas de pollo con salsa kimchee. Si bien María repitió, ya sabéis que son su debilidad, no fueron un plato muy coreado. Un punto especial la salsa de Kimchee por la historía que nos contó Ferrín y la analogía con su senda vital. Plato nacional de Corea del Sur, Japón lo ha adoptado y expandido. El Kimchee es una salsa de ajo, sal, pimienta roja, cebolla, pepino, jenjibre, vinagre y azúcar. En opinión de varios demasiados ingredientes para una tapa servida cortita y de alitas tirando a pequeñas. Un punto por la historia y un negativo por la presentación. La salsa a la mayoría nos dejó impertérritos a pesar de la historia de Ferrín según la cual el kimchee huele muy mal..¡caramba qué casualidad! :-P
Alitas de pollo con salsa kimchee |
Risotto de boletus y langostino. Si hubo un plato que nos puso de acuerdo a todos este se trató del risotto. De sabor suave y con textura de arroz meloso un langostino es lo que acompaña al plato. Un sabor agradable que no hubiese destacado con sabores más normales en el resto de platos de la comanda.
Risotto de boletus y langostino. |
Tataki de atún con gazpachuelo malagueño. Plato con sabor intenso marinado tal vez en demasía lo que provocó la no aceptación de la mayoría de los comensales. Interesante la ensalada que lo acompañaba no se acerca demasiado a la experiencia de pedir el plato en otros locales que hemos probado. Sin suspender no supera el bien.
Tataki de atún con gazpachuelo malagueño. |
Canelones rellenos de ropavieja. Aunque la mención a este plato se nos viene la memoria el plato caribeño, servido con arroz blanco, fríjoles y tajadas de plátano el plato que sirven en Sal Gorda se inspira más en la gastronomía sefardí tan propia también de nuestra ciudad. Si bien el toque final de incluirla en un canelón nos da reminiscencias de la versión venezolana en donde es habitual envolverlo en arepas. Una rica carne de falda de vaca deshilachada y especiada en abundancia, influencia árabe, pero cuyo origen está más cerca del cocido y del sabor que toma la carne al hervirla junto a las patatas. Se sirve acompañada en una salsa excesivamente abundnate en el plato y que no contribuye demasiado a potenciar el sabor del plato. A mí personalmente me gustó el plato aunque he de reconocer que Marga y yo quedamos en clara minoría. Una combinación para paladares especiales.
Canelones rellenos de ropavieja. |
Lomo de vaca vieja con mantequilla café de París. Carne sabrosa y bien presentada aunque, como el resto de platos, servida bastante escueta, Si bien son tapas no creo que viniese de más que apostasen por alguna ración. No obstante lo diferencial del plato es la versión del local para la mantequilla café de París. Digo versión porque según dicta la leyenda desde los años 30 del siglo pasado solo 3 restaurantes conocen la verdadera receta de la misma entre las que figuran hasta más de 15 ingredientes entre los que figuran el coñac, varias especias y hierbas. En definitiva el sabor de la mantequilla es sorprendente y creo que si la ración fuese mayor se trataría sin duda de un plato diferencial en la oferta sevillana. El mejor plato de la noche.
Lomo de vaca vieja con mantequilla café de París. |
Y llegaron los postres. Si bien según la teoría de los alienígenas ancestrales se puede sobrevivir a una cena sin postres en el grupo tenemos nuestras dudas muy serias al respecto. Por ello no decidimos arriesgar y tiramos de toda la carta de postres por otro lado muy limitada
Coulan de chocolate con helado de vainilla. Merche, nuestra experta en Coulan tan solo tuvo una duda si se trataba del cos&Co o bien del Makro . En cualquier caso su origen era congelado y eso se trasmite al sabor.
Coulan de chocolate con helado de vainilla. |
Tocino de cielo con crema de maracuyá. Se han puesto de moda las mezclas que quitan intensidad al dulce del tocino de cielo y en Sal Gorda, ahora sí, han triunfado de pleno. Un postre por el que merecería volver al local por sí solo. No puedo identificar cuál de las 22 variedades de la fruta acompaña al postre pero su sabor, entre ácido y dulce, estalla en la boca provocando nuevas sensaciones.
Tocino de cielo con crema de maracuyá. |
Ya en la calle comprobamos que no nos habían abducido. El circo continuaba y ahora grupos de energúmenos habían tomado las calles con sus gritos y agresión al inmobiliario urbano. Sensaciones que, hasta cierto punto, se correspondían con las nuestras debidas a la cena. Muy buenas sensaciones en determinados platos y otros que no dicen nada. En nuestra opinión la cocina de Sal Gorda debe seguir creciendo antes de repetir para cenar aunque no descartamos acercarnos un día para disfrutar del tocino de cielo acompañados de un café.
Sal gorda Calle Alcaicería de la Loza 23. |
Nota: Esta última imagen ha sido extraída del Facebook de Sal Gorda Sevilla.