miércoles, 5 de julio de 2017

Nuevamente miércoles y, a pesar de los calores y de las fugas veraniegas, volvimos a reunirnos un número representativo y adecuado de gastrogórdicos para nuestro evento semanal. Si bien fue difícil reunir al grupo casi que resultó más complicado reservar en el restaurante Mechela. Hemos de confesar que llevábamos un tiempo queriendo concretar esta salida. Sin embargo, cuando no se trataba del número de comensales (para más de ocho solo tienen disponible el menú) era imposible concretar la reserva que, por cierto, solo puede hacerse por correo, aunque acepten emails sin el correspondiente matasellos. Al parecer esta estrategia les va bien porque el local se les llena. Sin embargo permítanme una idea por si quieren tomarla: debiesen cambiar la dirección del local a la aledaña, y hoy desaparecida, calle Magdalena cuyo trazado quedó embebido hace ya casi una centuria en la calle S.Pablo, con esto despistarían aún más a sus clientes (elpasadodesevilla.blogspot.com) aunque entiendo perderían algunos correos. Una vez alcanzada la fachada del local, que no puede competir con la del convento de la merced que hasta 1943 se encontraba igualmente en la calle Bailén hasta su traslado a la muy cercana plaza del museo, pensamos que ya teníamos el trabajo hecho y nos podríamos dedicar a la cena y la charla.
Un vistazo al local.
Recibe al peregrino un local pequeño aunque acogedor, pintado en tonos cálidos y apenas unas cuantas mesas altas y bajas que nuestra reunión, que no superaba los ocho comensales, casi llenó. La decoración, de fotos extrañas y cuadros a medio terminar, no desvía tu atención del fin para el que has llegado a sus puertas, la comida. Hace ya años que se escucha el ronroneo de que una estrella michelín, macarrón en el argot gastronómico, está por caer aunque ésta aún no ha aparecido. Cuando logramos captar la atención de la camarera, lo que se convirtió en una tarea más de la cena a partir de este momento, ordenamos la siguiente lista de deseos:
La carta.
Tartar de salmón con tzatziki, pepino y manzana. En otras entradas del blog ya hemos referenciado la famosa salsa griega que, en esta ocasión no termina de estar conseguida o, mejor dicho, integrada en el plato. El contraste entre el pepino y la manzana resulta interesante si bien el primero podría administrarse en menos cantidad si lo vas a aunar al tzatziki. El salmón no presenta trazas de ahumado, lo que el plato agradece, aunque su sabor queda diluido en los acompañamientos. Si bien resaltar que se encuentra entre los platos más recomendados por otros blogs a nuestro entender puedes arriesgar con otra referencia. Se trata de una elección agradable aunque lo puedes encontrar en otros restaurantes con similar experiencia.
Tartar de salmón con tzatziki, pepino y manzana.
Tajín de rabo de toro sobre cuscús y garbanzos. Y es que mi amigo Raúl es un cachondo. Ya que retornábamos de Marruecos consideró divertido incluirlo en la comanda y, mira por donde, acertó de pleno. Sin dudarlo se trató del mejor plato de la noche. El sabor especial y fuerte del rabo de toro parecía que no fuera a casar con el cuscús y sus verduras. Sin embargo la carne, un punto más deshilachada que en su consumo habitual, se entremezcla con los sabores de las verduras dando un excelente resultado. El plato justifica por sí mismo la visita a Mechela.
Tajín de rabo de toro sobre cuscús y garbanzos
Gambón crujiente con ajoblanco de anacardos y huevas de arenque. Se trata de otro de los platos más laureados en la web y en este caso sí que es un acierto al que no debes renunciar. El toque dulce del anacardo consigue refrenar los sabores que normalmente las huevas de arenque, de toque particular, suelen llevar al fondo de tu boca. Un plato equilibrado y rico aunque algo más gambón y menos ajoblanco mejorarían considerablemente el mismo.
Gambón crujiente con ajoblanco de anacardos y huevas de arenque.
Lomo de ciervo y patatas panaderas. Como dije antes Iván y yo llevábamos un año tratando de reservar en el local. Se ve que nos era desconocido que no tienen en carta las patatas bravas. En su defecto pedimos un rico lomo de ciervo con acompañamiento. Carne de sabor contrastado y convenientemente tratado se trataba de una apuesta segura que no defraudó.
Lomo de ciervo con patatas panaderas.
Pulpo asado con vichyssoise y crouton. Desde que María persiste con su dieta, la cual ha hecho estragos con sus antiguas reservas, no hay manera de evitar el pulpo en la carta. Si bien he de confesar que, aunque yo conserve mis reservas, siempre agradezco la presencia del cefalópodo en la comanda. La salsa, servida convenientemente fría y en su punto adecuado en el uso del puerro, acompaña de forma excelente a un pulpo especialmente blando al paladar. El crouton, picatostes al fin y al cabo, así como el cebollino espolvoreado en la salsa, son solo un acompañamiento para el pulpo. Plato interesante aunque no de estrella michelín.
Pulpo asado con vichyssoise y crouton.
Cazuela de pescado (fuera de carta). Se trata de una zarzuela pescado con almejas, chocos y un pescado de peculiar sabor, similar al besugo, que se transmite a la salsa. Retomamos nuestra sana costumbre de las batallas navales. Un plato adecuado para compartir con los calores estivales.
Cazuela de pescado.
Llegada la hora de los postres no nos supimos resistir aún a pesar de las restricciones alimentarias de unos y otros. Ya se sabe, este año hacemos dos dietas, que con una nos quedamos con hambre. Como casi siempre agotamos la lista del local.

Tarta de chocolate. Delicado sabor del chocolate que la hace apta para todos los gustos si bien nos resultó más parecido a un coulan que a una tarta propiamente dicha.
Tarta de chocolate.
Tarta de zanahoria. Se trata de otro de los clásicos de moda y no puede faltar en la carta. Si bien, salvo por el impacto en la menguada capacidad de elección, no echarías de menos su ausencia si se eliminase de la misma.
Tarta de zanahoria.
Tarta de queso con manzana. Sin dudarlo el mejor postre de la carta que compartimos aviesamente. Si bien no justifica una visita por sí mismo, ya que has superado todos los límites que en Mechela te imponen, no dejes de endulzarte la sesión gastrogórdica. 
Tarta de queso y manzana.
Tal y como si el famoso loco de la calle Bailén siguiese lanzando dinero desde su balcón a los transeúntes, fuera del local nos mirábamos extrañados. Nadie se atrevía a verbalizar aquello de "mucho ruido para tan pocas nueces". Si bien la calidad de los platos es indiscutible, más aún por lo ajustado de la cuenta en comparación con otros locales del ramo, esperábamos que la peregrinación nos descubriese algún plato realmente rompedor y especial. Una pena que las sensaciones que buscábamos tan solo se intuyan en los regustos de algún plato o en su primorosa presentación . Si bien dudamos que el famoso macarrón recaiga en el local no descartamos volver a Mechela aunque, me temo, eso ya será el año que viene o el siguiente.
Restaurante Mechela
c/Bailén, nº34

jueves, 15 de junio de 2017

Restaurante Zarabanda's, Sevilla

Nuevamente miércoles y, a pesar del patinazo de la semana pasada, tenemos cita gastrogórdica esta vez con la seguridad de acudir a un local que nunca nos falla. De camino hacia la plaza de la Gavidia, tan sevillana en su ambientación entre naranjos, no podemos evitar el ver cómo las avenidas principales de nuestra ciudad han sido tomadas por heladerías extranjeras, cadena extranjeras y demás ofertas de restauración hasta cierto punto ajenas a nuestra ciudad. Aunque no desdeñemos probar este tipo de locales, en ocasiones no podemos resistirnos a un local con la oferta de Zarabanda. El restaurante se emplaza muy próximo a la plaza, casi a la sombra de la estatua de Daoiz. Así como el célebre capitán de artillería, siendo un hombre viajado y culto (hablaba francés, inglés, italiano y latín), conservó siempre intacto su sentimiento nacional patrio, en Zarabanda's realizan una cocina de base tradicional mediterránea pese a la oferta que le rodea. No creemos que cambien de nombre al león del congreso de Madrid, menudo agravio para el artillero, pero seguro que la actitud leonina de Jose Luis Bustamante y la chef Ángela Martínez será recompensada con, al menos otros, seis años de éxito.
A la pizarra!
Cuando entras en el local no puedes evitar sentir unas ciertas reminiscencias a local griego de costa. Los colores vivos inundan la paredes en donde es habitual encontrar los cuadros de exposición de algún autor local. El uso inteligente de la madera en este local pequeños por otra parte, confiere al mismo una sensación de tranquilidad y bonanza , que invita a conversar. Un canto a la cultura mediterránea de la cual toma su nombre, tomado prestado de bailes dionisíacos y amor al vino. En su interior conservan la tradición ofreciendo siempre caldos interesantes. Conviene reservar con anterioridad y, casi más importante, ser puntual. Afortunadamente esta semana no venía ya sabéis quien que sigue de viaje nupcial tras su sonada boda. 

Aunque su carta es rotatoria, cambia cada temporada para aprovechar los mejores productos frescos del mercado, siempre encontrarás algunos de los platos que incluimos en nuestra comanda. De agradecer la negación a la cultura minimalista del plato pequeño que se viene imponiendo fuerte. En Zarabanda's los ingredientes de los platos están equilibrados y estudiados entre sí y no pierden de vista que, para el cliente, el coste es un ingrediente más en la ecuación. Si bien los platos no caen en el exceso, acometimos con ganas la cena resultando la siguiente comanda:
Un vistazo a la carta.
Croquetas de cecina de León y jamón y puerros. Si Iván se sienta a la mesa y no hay patatas bravas, entonces hay croquetas. En opinión de varios la de cecina resulta demasiado ligera y solo cuando te toca un trozo de cecina cobra verdadero sabor. Sin embargo las de puerros sí resultaron interesantes. Marga se ha ofrecido a generar la sección de croquetas gastrogórdicas. No parece mala idea.
Croquetas de cecina de León y jamón y puerros.
Tabla de quesos de Liébana. Tabla de tres tipos de quesos de la zona cantábrica. Excelente el queso ahumado y una excelente oportunidad de iniciarse con el queso de cabra. El mismo es anormalmente suave aunque con el sabor característico de este tipo de leche elaborada.
Tabla de quesos de Liébana.
Secreto ibérico con gelatina de melocotón. Aunque la carne era de calidad en nuestra opinión entendemos la gelatina más como un añadido. Varios comensales apostábamos por mejorar el plato con gelatina de mango o limón los más osados. Sin ser mala elección, deberíamos haberlo omitido de la comanda al ser un plato que promete más de lo que finalmente otorga.
Secreto ibérico con gelatina de melocotón.
Presa ibérica al horno con mostaza, miel y menta. Nuevamente lo principal a destacar del plato es la carne. Ligero toque dulce que es amortiguado especialmente por la menta que le da un toque fresco al plato y a la boca.
Presa ibérica al horno con mostaza miel y menta.

Magret de pato con miel de romero. Entre los mejores platos de la noche aunque en esta ocasión la miel no casase tan bien con el pato que te presentan en secciones aún rosadas. Sabor intenso y menos aderezado de especias. Tal vez por eso no terminase de convencer a todos.
Magret de pato con miel de romero.
Dados de salmón y ensalada de algas. La única aportación de pescado que María incluyó en la comanda y más por petición de Eva, nuestra barbateña. El salmón se presenta con un toque justo de crujiente. Las algas de acompañamiento con intenso sabor marino y salado contextualizan el bocado marinero.
Dados de salmón y ensalada de algas.
Risotto de cerezas, jenjibre y queso viejo. Dificil elección la de no darle el título de mejor plato de la noche. Un plato elegante en el plato y en sus sabores. La unión entre el toque de queso, intenso en sabor lo que echó para atrás a algunos, el arroz y el contraste dulce de la cereza contribuyeron a disfrutar cada bocado.
Rissoto de cerezas, jenjibre y queso viejo.
Lingote de cochinillo. Ya sabemos que la semana pasada habíamos probado un plato similar pero el camarero nos lo recomendó con ahínco y Raúl es un tío fácil, le llamó la atención y no era plan de dejarlo cortadillo. Hicimos un rinconcete en nuestros estómagos para otro plato de carne y acertamos sin dudarlo, el mejor plato de la noche. El cochinillo te lo presentan hecho un lingote, totalmente deshuesado y con su propia piel asada como acompañamiento junto con una cama de higos que por sí mismos podrían constituir un plato. El bocado aderezado con salsa, creemos de mango, constituye una experiencia de la que no puedes pasar si visitas Zarabanda's.
Lingote de cochinillo.
Pizza zarabanda's (queso roquefort, salmón, tomate natural y ajo). Ya es sabido que uno de los ingredientes de la pizza afecta especialmente a nuestra Merche. Sin embargo se perdió una pizza de masa artesanal con una reunión de ingredientes contrastados. Especialmente interesante el sabor del salmón...no había tanto roquefort.
Pizza Zarabanda... Al ataque!

Pizza de morcilla ibérica, cebolla caramelizada y manzana. Nuevamente es una forma curiosa de degustar una combinación no tan extraña de ingredientes aunque en formato pizza. Buenos sabores y agradable el toque de manzana. La crujiente masa puede hacerte pensar por momentos que degustas la tapa típica pero con regañás.
Pizza de morcilla ibérica, cebolla caramelizada y manzana.
Ya sabéis que cuando lo estamos pasando bien tomamos postre. Y cuando no lo estamos pasando tan bien pues también, hay que darse una alegría compartida para acabar la noche. Sin tener muchos postres en carta los que escogimos fueron todos de calidad.
Será por postres...
Tiramisú. La receta de la cocinera Emilia lleva ya años en el local. Un tiramisú suave y cremoso aunque con bajo sabor de café que tanto gusta en el postre italiano. sin ser el mejor que hemos probado cumple con creces para los no adictos como quien escribe.

Tarta de queso viejo. Intensa, compacta. Fuertes aromas y sabores de queso. Indudablemente no deja indiferente. Si gustas del queso la amas, si no, mejor dejarla fuera de la comanda. Aunque te pierdas el mejor de los postres. 

Flan de huevo. Una vez más, ante la insistencia del camarero, picamos y acertamos. Un flan tradicional sin excesos ni grandilocuencias. Especial para los que no necesitan innovar en el postre.

Tarta de naranja amarga con chocolate. Se trata de una apuesta de sabores bastante consolidada sin embargo no gusta a todo el mundo. Si te gustaba el bombón de en medio de la caja roja este es tu postre aunque la mayoría no compartiese la opinión.

A la entrega de la nota se olvidan las situaciones de la semana pasada. Una ronda de chupitos siempre ayuda a superar el mal rato de pagar la cuenta. Agradecidos y sonrientes abandonamos el local fijándonos nuevas metas gastrogórdicas, con energía renovadas. No dudamos en que volveremos a Zarabanda's, al fin y al cabo, somos unos conversos del sol mediterráneo y de las sonrisas que pueblan el local. Firme defensor de una cocina española con base tradicional aunque innovadora, resistiendo a la nueva invasión que ha tomado Sevilla.

Restaurante Zarabanda's
Calle Padre Tarín, nº 6
www.zarabandasevilla.es
Nota: Esta última imagen ha sido extraída del Facebook de Zarabanda's porque, como es habitual ya, olvidamos hacer una foto a la puerta del local y la composición de esta imagen me pareció muy buena.

miércoles, 7 de junio de 2017

Ivantxu espacio bistronómico, Sevilla

El miércoles pasado nos decidimos por visitar Los Remedios. Si bien hay quienes opinan que son pocos los sitios de interés que puedes encontrar en el barrio para nuestro propósito gastrogórdico, es más justo indicar que, de unos años para acá, un nuevo concepto de local ha llegado al barrio. De forma análoga a la historia tabacalera de la ciudad, la última sede de la primera fábrica de tabacos del mundo perduró en Los Remedios desde 1954 hasta su cierre definitivo en 2007, las olas de cambio llegan al barrio, dilatadas en el tiempo, pero terminan por llegar. Ivantxu presenta una decoración agradable, con grandes ventanales y colores vivos que, invocado por el próximo edificio de tabacalera y la compañía del joven vino mientras esperábamos los platos, nos trasladó al ambiente feliz que abre la famosa ópera de Bizec. La acogida del personal, los primeros aromas nos hicieron sentir como el cabo D. José cuando, fuera de escena, puede escuchar los versos de Carmen en su célebre habanera.

«L'amour est un oiseau rebelle, que nul ne peut apprivoiser, et c'est bien en vain qu'on l'appelle, s'il lui convient de refuser.
[...] 

«El amor es un pájaro rebelde, que nadie puede enjaular, y es vano llamarlo, si él prefiere rehusarse.
[...]


El chef Iván Valero te atrae con un carta llamativa en la que mezcla conceptos de nueva cocina bistró y sabores tradicionales. El encontrar en su carta predominio de pintxos, txangurros y potxas puede dar que pensar ante la trayectoria vital del catalán que, como quien dice, estrenó sus ollas en los fogones del gaditano La Marina (Big Gourmant en la famosa guía de neumáticos) en donde aprendió los secretos de la cocina y vinos gaditanos. En este momento del primer acto, la admiración y tensión generada se mantienen. Estamos deseando degustar varios de los manjares que se nos ofrecen tal y como le pasa al cabo. Finalmente nuestra comanda se ordenó como sigue:
Un vistazo previo a las sugerencias.

Y la carta que sólo algunos tuvimos la oportunidad de mirar...
Raviolis de setas con salsa de foié y manzana. A semejanza del dueto operístico con Micaela el plato es bastante bonito y agradable aunque con sabores populares que no lo diferencian de un plato medio de ravioli aunque con demasiado artificio. Un plato agradable con el que empezar la cena aunque no espectacular.
Raviolis de setas con salsa de foié y manzana.
Cochinillo confitado deshuesado con manzana. Al contemplar el tamaño de la ración empiezas a entender lo que está por venir. Sin embargo Valero, como Carmen, da en estos finales de acto el do de pecho. Un plato que ha traído al restaurante de su paso por el catering (Gourmet Cobos Catering) y que conserva el primer impacto en boca que este sector tanto gusta . El cochinillo se reduce a sabores en tu boca casi sin necesidad de masticar. Sabor intenso por el confitado en el que la manzana es todo zalamería. Aunque es difícil seleccionar probablemente el mejor plato de la noche. 
Cochinillo confitado deshuesado con manzana.
Lechazo deshuesado a la mostaza con puré de patatas. Consumada la visita a las murallas de Sevilla ("Près de remparts de Seville") se descubre que las promesas, promesas son. Interesante el sabor del lechazo aunque a nuestro entender el toque de mostaza no acompaña al plato y el puré de patatas se trata de un añadido. Aun así el plato conserva algunas de las aptitudes del chef.
Lechazo deshuesado a la mostaza con puré de patatas.
Croquetas de Txangurro. Comienzo del tercer acto y llegan las croquetas. Si bien ya es conocido que las croquetas nos pirran la mezcla con txangurro resulta fuera de lugar. Un plato del que se puede prescindir. Se masca el desamor entre comensales y chef.
Croquetas de Txangurro.
Secreto ibérico con patatitas y mojo picón. Ni el secreto era un secreto ni el mojo picón picaba. Plato escaso en carne aunque esta fuera de calidad. Te quedas con la sensación de que sirven tapa y cobran ración. Huido D. Jose acaba en la cueva con los contrabandistas.

Fajitas de atún marinado con guacamole. Marinado suave, demasiado suave si gustas de la comida mexicana a la que emula. Pobre tributo a las cocinas de La Marina en donde aprendería a elaborar el plato. Buenas intenciones microcompartidas entre gastrogórdicos.
Fajitas de atún marinado con guacamole.
Aunque llegados a este punto algunos no queríamos postre, ya nos veíamos cuchillada en la plaza, el resto nos convenció con razones sabias: hambre. Siguiendo con nuestra costumbre de compartir ordenamos los siguientes postres: 

Coulán de chocolate con helado de vainilla. Pues eso, Coulán con helado de vainilla. En esta ocasión no tengo ni que consultar con nuestros expertos: descongelar, bola de vainilla y a la factura.
Coulán de chocolate con helado de vainilla.
Sopa de chocolate blanco y yogurt con frutos rojos. Se está poniendo de moda la sopa de chocolate y no dejamos de pedirla. Tal vez buscando sabores que encontramos una noche y que esta semana no aparecieron. Si bien se trata de chocolate blanco hasta a mí me resultó escasamente dulce.
Sopa de chocolate blanco y yogurt con frutos rojos.
Caramelo y praliné con salsa de mango y helado de caramelo. Indudablemente el mejor de los postres. Muy rico y divertido en boca el contraste entre el caramelo y la salsa de mango. Aunque la apuesta de praliné y mango no es novedosa resulta acabado con más que un suficiente. 
Caramelo y praliné con salsa de mango y helado de caramelo.
Y llega el extraño cuarto acto de nuestra opereta. Si bien en el original Carmen se ríe del ya despechado enamorado y éste termina por apuñalarla en la plaza, en Ivantxu se reservaron ambos papeles para sí. Ante nuestro reclamo por el intento de cobrar bebidas de más, aumentaron las risas, por decirlo educadamente, hasta que dejamos vislumbrar nuestro cuchillo reivindicando nuestro papel original de tontos enamoradizos. Ivantxu debería recoger el testigo de esta crítica y mejorar su producto, tanto mezclar bistró y nombres vascos le hacen perder el norte de su cocina gaditana de adopción o bien la catalana de nacimiento. Tan solo un giro en los fogones o el paso del tiempos nos harán volver. Aunque no muriésemos a poco del estreno, como le ocurrió al maestro Bizec, no fue experiencia que deseemos repetir. Así cómo la ópera Carmen resultó un fracaso en su estreno en París, hoy es todo un clásico que a algunos no gusta y quien paga, solo las cervezas justas, es quien opina bajando al chef de sus púlpitos imaginarios.

Ivantxu espacio bistronómico
C/ Virgen de la Victoria, nº5

jueves, 1 de junio de 2017

Restaurante A lembranza, Sevilla

Como si fuésemos penitentes de la cercana Hermandad de La Sed el miércoles volvimos a tomar las calles de nuestra ciudad en nuestro evento gastrogórdico semanal. En esta ocasión nuestra sed y deseos de buena comida nos acercó al barrio de Nervión bien conocido por sus aguas. Las aguas en este barrio son cosa importante. No ya tanto porque el primer marqués de este título ganase el mismo en singular batalla en el río bilbaíno durante las guerras carlistas, sino más bien porque a través de una de las arterias principales del barrio la ciudad de Sevilla bebió a lo largo de muchos años a razón de unos 5.000 m³ de agua potable al día. El acueducto, con origen romano según los vestigios, es conocido como los Caños de Carmona si bien podía haberse nombrado como los Caños de Eva ya que, una vez más la idiosincrasia sevillana, tomaba su nombre de la puerta de entrada de las aguas en la ciudad y no del origen de las mismas, la vecina Alcalá de Guadaira. Su trazado en el pueblo sevillano puede visitarse y nos invitan a ello (http://www.turismoalcaladeguadaira.es/es/guia-turistica/lugares-de-interes/otros-monumentos/la-mina-y-los-canos-de-carmona). El paso del acueducto por el templete de la Cruz del campo ha sido determinante para la ciudad. No ya porque Cristobal Colón se avituallara de agua para su expedición de descubrimiento en el mismo, que también, sino porque fue la calidad de sus aguas la que provocó que dos hermanos gaditanos decidiesen localizarse en Sevilla para fundar una famosa empresa cervecera. Si ellos allá en 1903 bebían de los caños para elaborar su cerveza es ahora esta última la que, mayoritariamente, da de beber a la ciudad aún después de transcurrido más de un siglo de la demolición del acueducto.

A Lembranza es otra apuesta con origen gaditano en nuestra ciudad. Si bien Merche e Iván me cuentan que en sus orígenes los platos eran más generosos y con el precio más ajustado. Tratando de contrastar la información, ¿Primero el Puerto de Santa María o Rota? saltan a la red demasiadas fotos de Chicote que, para mi tranquilidad y la vuestra, no se relacionan con ninguno de los restaurantes de la cadena. Del por qué se abre un gallego en Cádiz no he podido encontrar nada. Desde la calle, reflejo de la web, aun sabiendo lo que buscas, no es fácil de encontrar. El exterior es recogido y discreto. Al entrar al local se percibe un ambiente elegante, sobrio, con carácter pero muy acogedor. No son demasiadas las mesas por lo que en fin de semana merece la pena reservar.

Sentados a la mesa, y tras esperar a Lucas ,con un albariño, ya que en Galicia no gastan agua, intercambiamos historias con Neno y Cris que nos visitaban desde donde no puedes hallar una Cruzcampo y menos aún un buen vino, mal asunto. Con el transcurrir de la charla, Rubén empezaba a convencerse de abrir una logia valenciana de nuestro evento semanal. María, ya en plena forma, eligió por ella misma media carta. Si bien, como se verá después, acertó. 
Un vistazo a la carta.
Finalmente los platos que formaron nuestra comanda, y la de María ya que aceptó compartirla con el resto de gastrogórdicos, fueron los siguientes:

Lacón asado. Vaya por delante que para mí coger una pata de cerdo y no hacerla jamón o paletilla me parece un desperdicio. Por otro lado he de reconocer que no lo guardaba en el recuerdo como un buen plato, ahora creo que el problema era más bien un mal restaurante. Por la textura de la carne y su aroma me atrevería a afirmar que se trata de lacón gallego tradicional cuya característica principal en aroma y sabor la toma de la alimentación del lechón que solo se alimenta de cereales, castañas, bellotas y tubérculos. Vamos, el ibérico en lechón y, como tal, un plato digno de compartir. 
Lacón asado.
Zorza. Es un plato típico de varias regiones, entre ellas la gallega. Se trata de un preparado de chorizo que finalmente se deja sin entripar. En esta ocasión dejaron la carne simplemente adobada y sin picar. Interesante el toque a laurel y pimentón rojo que, sin endulzar demasiado el plato, le da un rico sabor.
Sin embargo si has de prescindir de un plato este es el que elegiría para apartarlo de la comanda.
Zorza
Pastel de centollo y buey de mar con mahonesa de soja. Con inspiraciones evidentes en el pastel de cabracho de Arzak te lo presentan en el plato como un paté para untar. Interesante el contraste entre la tierra del marisco y el toque muy sutil y dulce de tierra que confiere la mahonesa de soja. La textura de esta en la boca es algo extraña si bien el contraste de sabores del plato es sorprendente y quedas con ganas de algo más.
Pastel de centollo y buey de mar con mahonesa de soja.
Croquetas caseras. Ricas y crujientes croquetas de jamón que si bien no tengo claro sean tradicionales de Galicia me recordaron a las de mi abuela. Podrás encontrarlas en otros locales pero si las pides en A Lembranza no te arrepentirás.
Croquetas Caseras
Pulpo en sus tres variedades de la carta. En las tres elaboraciones que seleccionamos se notaba claramente el cuidado que en A Lembranza ponen en la selección de la materia prima de uno de sus platos más destacados. El pulpo estaba en su punto, ni duro ni chicloso, con esa textura ideal que te permite disfrutar hasta el final de la salsa de acompañamiento, ¡y qué salsas por favor! Sin ser muy correcto nos lanzamos a hacer barquitos como en nuestros años mozos. Si hubiese que poner un pero no entendí que el tradicional pulpo a feira lo sirviesen sin las patatas que siempre recuerdo acompañando al plato. El pulpo a la parrilla sobre crema de patata y aceite de pimentón hizo las delicias de Iván que se está aficionando al plato. Sin embargo, una vez destacada la calidad del pulpo, el plato ofrece una versión deconstruida del plato original si este ya hubiese traído sus patatas. Sin dudarlo, si solo puedes seleccionar una variante, o simplemente porque no vas con María, nos quedamos como mejor plato de la noche el salteado de pulpo al ajillo con langostinos. Con lo conseguida que está la salsa casi puedes pasar inadvertido al cefalópodo que la acompaña.
Pulpo a feira.
Pulpo a la parrilla.
Almejas en salsa. Otro nuevo buen ejemplo de combinación mar y tierra. Almejas frescas de un tamaño más que adecuado presentadas en una salsa espesa con fuerte componente de verduras como el tomate, pimiento o la cebolla. Nuevamente la salsa invitaba a las guerras navales.
Almejas en salsa
Ternera Rubia Gallega. Como le dijo su oni Marga a Raúl: "Sí cariño, tú tranquilo, también tienen carne". Y menuda carne que te perdiste, campeón. Si bien por precio me cuesta darle el título honorífico de plato de la noche por sabor no me quedo con ganas. Aunque, dicho sea de paso, advertidos estábamos ya que, por primera vez, nos adelantaron los precios de los platos fuera de carta. La textura de la carne, su color y componente en grasa blanca nacarada es producto de dos causas. La selección de la propia raza que ha sido y es bastante estricta por un lado y, nuevamente, su alimentación. De modo que el animal se sacrifica con tan solo diez meses de vida, ésta puede basarse exclusivamente en leche materna, forrajes y concentrados de origen exclusivamente vegetal. Esto provoca que la carne sea suave, tierna, jugosa y suculenta. Al parecer si le pusiesen música la tratarían mejor que al célebre buey de Kobe, pero es que estos gallegos son muy listos y no malgastan en añadidos. Al fin y al cabo la música ya resuena en tus oídos al degustar el primer bocado.
Ternera rubia gallega.
Finalmente para terminar la cena tomamos únicamente tarta de Santiago. Un bizcocho esponjoso, con rico sabor a almendras y a tostado. Bastante diferente de lo que puedes encontrar en una pastelería sevillana o de esa tarta que te trae tu tío cuando decide hacer el camino en año xacobeo.
La foto llegó tarde...
Desatadas las risas por los chupitos de licor de café compartimos historias. Viejas con los amigos en el extranjero, y nuevas con Rubén, aceptando finalmente su invitación a Fallas. Temiendo que, por esta semana, el agua debía ya volver a su cauce, caminamos de vuelta sin poder sacarnos la sensación que ha dejado en nuestro paladar y nuestros corazones...a lembranza.
Licor de Café

Restaurante A lembranza
Calle Hernando del Pulgar, nº16

jueves, 25 de mayo de 2017

Mano de Santo, Sevilla

Noche de miércoles, noche gastrogórdica. A la sombra de las columnas en torno a las cuales se reorganizó la Alameda en 1574 puedes encontrar una típica taquería mexicana: Mano de santo. No es de extrañar porque esta zona, salvo épocas de tristes y oscuro recuerdo para el barrio, se ha caracterizado por ser uno de los principales centros de ocio y esparcimiento de la ciudad. En la actualidad, son varios los restaurantes, extranjeros o propios, que la rodean, esto es conocido por todos. Lo que no es tan conocido es que ya el proyecto del conde de Barajas recogía grandes jardines y fuentes que invitaban al paseo, la tertulia y el disfrute de la naturaleza. Ninguno de los diversos acentos que puedes escuchar al pasear por la Alameda de hoy en día: italianos, franceses, holandeses, sudamericanos es ajeno a la historia de la plaza a la que indianos, genoveses y afrancesados acudían para admirar el primer paseo arbolado de Europa. Por supuesto, al mismo tiempo, trataban de echar mano sobre parte de la riqueza mexicana que anualmente arribaba a la ciudad. En nuestro caso tratamos igualmente de echar mano a otro tipo de riquezas con el mismo origen: los tacos, quesadillas, sopas y tequilas que en Mano de santo sirven con esmero pero con calma. Si bien las viandas no se hicieron esperar un año como la ansiada flota de indias, no sería justo no indicar que la expectación generada por la tardanza de los platos sería similar a la de la llegada de los barcos indianos (https://laamericaespanyola.wordpress.com/2015/09/29/la-flota-de-indias/).

Un vistazo general.
El clima en nuestra ciudad en junio es una maravilla por lo que decidimos quedarnos en la terraza. Si bien la visita al interior del local merece la pena. En el mismo predominan los colores vivos y la ambientación que esperas en cualquier mexicano. Una gran barra sirve, a modo de burladero, para presentarte la impresionante colección de tequilas y mezcales que se ofrecen en el local. Es tu decisión saltar al ruedo si la ocasión lo merece. Nosotros disfrutamos de unas margaritas, bien cargadas, que probaron el buen hacer del barman. Entre combinado y combinado puedes probar alguna de las típicas aguas de sabores que ofrecen en el local.

El concepto de taquería es similar al de nuestras tapas aunque incluso se trata de bocados algo menores en tamaño que las primeras. Es por esto que decidimos ordenarnos en pequeños grupos de comensales aunque trataremos de daros una visión de cada uno de los platos solicitados y que comento ya sin dilación, aunque todo se pega.
Un vistazo a la carta.
Guacamole con totopos. Ya en otras entradas hemos comentado que los totopos también los conocemos en España como nachos (aunque esta es su acepción texana). La preparación de este plato tan mexicano es bien sencilla y su secreto radica en la frescura del aguacate y en que el resto de elementos se combinen adecuadamente. En esta ocasión fue difícil encontrar el sabor del cilantro con que se acompaña el plato, lo que agradecieron algunos. Si bien esto fue debido más al picante de la cebolla que llegaba a ocultar otros sabores. 
Guacamole con totopos.
Sopa de tortilla. Aunque nos quedamos con ganas del Pozole que hemos probado en otras ocasiones en el local nos decidimos por compartir este plato. Se trata de una sopa de consomé de pollo a la que se añade tortilla de maíz frita, aguacate, tomate y el punto justo de chile. Con un punto de picante interesante un plato que consideramos no puedes dejar pasar.
Sopa de tortilla.
Quesadilla de flor de calabaza. Aspecto poco entrante por los ojos debido a la tonalidad verde de la quesadilla. Resulta sin embargo sorprendente en sabor con un toque dulce muy interesante. Plato muy valorado por quienes lo probaron.
Quesadilla de flor de calabaza.
Tacos al pastor. Otro clásico en la mesa mexicana. Se trata de un plato inspirado en la cocina callejera de México DF. Como hemos comentado en tras reseñas lo especial del plato es su elaboración ya que se trata del shawarma mexicano. Los mexicanos en lugar de con especias marinan la carne una mezcla de chiles, ajo y orégano. De sabor suave, inducido por la piña, no resulta para nada picante, uno de los recursos habituales para los que no disfrutan del picante.
Tacos al pastor.
Tacos de cochinilla pibil. Aunque se trata de uno de mis platos preferidos en la gastronomía mexicana creo que este plato no llegó al nivel que hemos encontrado en otras salidas de los miércoles. Se trata de un plato de elaboración especial que en este caso dejó algo seca la carne. El plato mejoraba cuanto más se remojaba la carne con la lima que lo acompañaba.
Tacos de cochinilla pibil.
Nopales en chipotle. Si vas a un mexicano y te ponen por delante un tequila no puedes rechazarlo. Pues igual le pasó a Manolo al leer que tenían cactus mexicano en la carta si además está preparado en salsa chipotle, de carácter picante, tienes en la mesa su plato preferido. Para el resto que degustamos el plato ante el efecto imán del cactus, convenientemente preparado sin púas, el mismo nos resultó algo insípido pero, ¿cuándo vas poder volver a pedir cactus para cenar?
Nopales en chipotle.
Tostada de atún. Se trata de una pequeña pieza de atún marinado en cítricos y que se sirve sobre una tostada de maíz. Una rica mayonesa de chipotle acompaña el plato. De los que me tocó compartir sin dudar el mejor plato de la noche. Se trata de un plato muy sencillo cuyo secreto, una vez más, lo encuentras en el marinado. Aunque en muchas recetas hace referencia a atún enlatado ni que decir tiene que saldrá mucho mejor si el mismo está fresco. Como la elaboración es muy sencilla añadimos la receta a nuestro zurrón: http://archivo.eluniversal.com.mx/articulos/68089.html.
Tostada de atún.
Corazón. Tras probar en El pregón el corazón de ternera decidimos dar una oportunidad a la versión mexicana del plato. Sin embargo el mismo no alcanzó nuestras expectativas ya que la carne no nos resultó tan sabrosa. Nos gastes tu bala en este plato, gringo.
Corazón.
Enchilada. Se trata de una tortilla de maíz rellena de carne de res y que en Mano de santo presentan con una salsa de tomate. Plato sabroso e interesante aunque puede hacerse largo si no tienes con quien compartir.
Enchilada.
Enmolada. Tortitas de maíz rellenas de tinga de pollo cubiertas con mole negro, crema y sazonada con queso blanco. Desgraciadamente el plato presentaba un regusto a quemado porque en nuestra opinión se había pasado de tiempo en la sartén. El sabor terroso del mole solo potenciaba el regusto que no se camuflaba ni por el sabor del queso fresco bastante insípido.
Enmolada.
Aunque teníamos ganas de postre nos quedamos con ellas. La falta de previsión de los cocineros nos obligó a ello. En nuestra opinión quedarse un miércoles sin sus postres principales a mitad de la noche no tiene justificación. Nos invitaron a esperar cuarenta minutos a que los elaborasen por lo que desistimos. Debemos confesar que teníamos muchas ganas de volver tras haber visitado el local al poco de inaugurarse y antes de que iniciásemos el blog. Sin embargo, si bien la calidad de la cocina no ha bajado ,sí que el servicio se ha visto resentido por el éxito. Merece la pena acudir al local antes de que la competencia en la ciudad lo ponga en su sitio.

Taquería Mano de santo
Alameda de Hércules, nº90